lunes, 29 de diciembre de 2014

Mascarillas quirúrgicas por la calle. "Kit de madre"


He estado unos días desconectada por la celebración de las fiestas y por visitas inesperadas de virus y enfermedades en casa. La verdad que acabar el año así solo puede traer cosas buenas para el siguiente, porque lo malo ya lo estamos dejando en este.

Quería hacer una reflexión sobre como afrontamos los españoles el tema de poder contagiar a otras personas de un virus que hemos adquirido. No quiero pensar que es cuestión de egoísmo, simplemente es cuestión de que no tenemos la tradición de intentar no perjudicar a los demás en cuestiones de salud con enfermedades que consideramos poco importantes porque son transitorias. 

Hace unos días que estoy pasando un proceso viral con mucha fiebre, dolor muscular, mucosidad, cefaleas, etc... Lo que viene a ser una gripe, vamos. Debo admitir que no me he vacunado este año de las cepas que se recomendaban, pero era consciente de lo que hacía. 

Ahora bien, mi primera intención es no contagiar a las personas que tengo cerca. La gran mayoría son personas mayores y niños. Población que puede tener complicaciones secundarias si desarrollan una infección. 
Todo este rollo que acabo de soltar, quiere decir que debemos intentar no contagiar a "los demás" por una cuestión de salud pública. No voy a entrar en el tema económico que supone la propagación de un virus hasta convertirse en epidemia. Pero si que voy a extenderme en la cuestión social.

Seguramente, algunos de vosotros tenéis en mente la cultura japonesa. RESPETO es la palabra que  los define desde mi punto de vista. El motivo por el que iniciaron esta costumbre comentan,que es por no disminuir la productividad de sus industrias por estar enfermos, y así no contagiar a las personas que tenían cerca, o se cruzaban con ellos en esos días.


En esta imagen se ve claramente, como salir a la calle con una mascarilla no es algo alarmante para el resto de la sociedad. Se vive con normalidad e incluso se agradece. Yo también le hubiese agradecido mucho a la persona que me ha transmitido este virus que hubiese llevado puesta una mascarilla y que se hubiese lavado las manos frecuentemente para no contagiar. 



Importamos muchas cosas e ideas de este gran país (la comida japonesa, que tan de moda se ha puesto), pero obviamos costumbres que podrían casar perfectamente en nuestro entorno, pero no nos interesan. Es verdad que con la mascarilla se marca una distancia a la hora de comunicarnos con el entorno porque no pueden ver nuestras expresiones faciales, pero sólo son unos días. 

Por eso yo recomiendo lo que he bautizado como el "Kit de madre", por mi situación actual y el motivo de no querer contagiar a mis tres hijos y marido.  Es muy importante beber líquidos sin compartir recipiente (una botella individual marcada es muy útil), y lavarse las manos frecuentemente. 

Existen unas soluciones, que posiblemente muchos habréis visto en los hospitales, se llaman solución hidroalcóholica, pueden sustituir a un lavado de manos pero si se realiza de la manera correcta. (Clicar en el hiperenlace).


Sólo me queda daros las gracias por la acogida que ha tenido este blog en tan poco tiempo y desearos una feliz salida y entrada de año nuevo. 2015 trae nuevas oportunidades y nuevos retos si así lo deseamos. Un abrazo. 

domingo, 21 de diciembre de 2014

Emociones en salud...

Los sentimientos y las emociones son el lenguaje universal que debe ser honrado. Son la expresión auténtica de quienes somos (Judith Wright).

Siento yo,
sientes tú,
siente él,
sentimos nosotros,
sentís vosotros
y ellos ignoran.

A raíz de una conversación que he tenido esta semana con una compañera de estudios que trabaja en un hospital, he vuelto a ser consciente de la importancia de gestionar nuestras emociones y enfrentarnos a las que nos hacen sentir mal, de manera correcta. No voy a poner nombres, pero a ella le dedico esta entrada.

Todos las sentimos, las vivimos, nos hacen percibir la misma situación de mil formas distintas y sin embargo, parecen ser las grandes olvidadas en nuestra sociedad.

Son la materialización de nuestro mundo interno, de lo que cuesta describir con palabras pero que se reflejan en nuestros actos y gestos. Reconocerlas y gestionarlas, es auto-conocernos a nosotros mismos.

Las emociones influyen en nuestra conducta, en nuestro modo de hacer las cosas, así que ¿no creéis que merecen mucha más atención que la que les presta nuestra sociedad actual?

Cuando trabajas con personas, como es en el caso de la sanidad, este auto-conocimiento se hace más relevante. Saber reconocer qué estamos sintiendo en esos momentos, qué nos está generando una situación y cómo podemos llegar a reaccionar,  es primordial.
Las emociones forman parte de nuestra salud, de nuestro bienestar, de nuestra calidad de vida; pero no sólo son "buenas" las que nos hacen sentir bien. Las emociones "malas", o que no nos hacen sentir felices son tan valiosas como las otras.
De estas aprendemos que hay situaciones que nos hacen daño, y como armadura protectora de nuestro bienestar psíquico, florecen desde nuestro interior. Nos pueden ayudar a analizar por qué nos hacen daño y llegar a la raíz de nuestros conflictos internos.

Cada emoción tiene una finalidad, nos ayuda a adaptarnos al entorno en el que vivimos, Los parámetros que debemos analizar de la expresión de las emociones son, la intensidad con la que aparecen, si se consideran adecuadas o no al contexto que vivimos, o cómo nos afectan en ese momento, y el futuro por el recuerdo que nos deja.

Las emociones se forman por el contacto con el exterior, por las experiencias que hemos vivido y los aprendizajes que hemos extraído de ellas. Pueden dirigir como nos comportamos, y nos indican como estamos evaluando y juzgando nuestro alrededor. Estas son intensas y de corta duración, si se dilatan en el tiempo es porque nuestros pensamientos las nutren, y permiten que sigamos experimentándolas.

Ser conscientes de que sentimos y de que eso nos condiciona en nuestro día a día, puede ser una herramienta muy útil para nosotros mismos. Al ser el lenguaje materializado de nuestro interior, nos indican como son nuestros pensamientos y cuales son nuestras actitudes. Ser consciente de ello también nos facilita poder trabajar para cambiarlas si es necesario.


¿Y todo esto que tiene que ver con enfermería? Pues como ciencia social y de la salud tiene mucho que ver. Saber reconocer nuestras emociones es muy importante, pero también lo es conocer las emociones de las personas que tenemos delante, y cuestionarnos que le puede llevar a sentirse así.
Es ir más allá, no quedarnos con la simple observación de una conducta.
Enfermería es la gran observadora de la sanidad. Evalúa constantemente al paciente, y a su entorno, por lo que no se puede quedar tan solo con el 50 % de la información que le llega por sus sentidos tradicionales.
Es necesario enmarcar lo que observamos en unos sentimientos que pueden ayudarnos a entender que puede estar sintiendo esa persona, a empatizar con ella para poder ayudarla mejor.


Sobre el tema de las emociones podríamos escribir muchos aspectos que no  descarto ir haciendo poco a poco.  La educación emocional debería ser un pilar fundamental en la educación reglada de las escuelas, en las organizaciones de cualquier ámbito, en la sociedad en sí.

Sentirlas
Aceptarlas
Dejarlas fluir
Acompañarlas
Gestionarlas de forma correcta y no dejarse arrastrar por ellas , esta es la receta para poder tener una buena salud emocional.


Y yo me pregunto, ¿porque no evaluamos las emociones de los pacientes como si de una constante más se tratase? Condicionan nuestra salud, pero las ignoramos.

    Un saludo afectivo. 




miércoles, 10 de diciembre de 2014

Ni un paso atrás #EnfermeríaMéxico


¿Qué está pasando en México con la profesión enfermera?

Desde hace unos días me llegan muchas noticias sobre la nueva reforma que quiere aprobar el gobierno de Peña Nieto sobre la "desprofesionalización" de la carrera de enfermería para volverla a catalogar como un oficio o artesanía.

¿Pero qué quieren decir estos términos? Empezaremos con definir que es un oficio o artesanía
La palabra proviene del latín officium, y su definición recoge las ocupaciones que requieren un arte mecánico, basado en un aprendizaje informal que se adquiere por la práctica. Ejemplos de oficios son el gremio de albañiles, pintor@s, peluquer@s, etc... (Mi amiga Laura Gallinat me matará cuando vea estas @...)

Ahora bien, ¿qué es una profesión? Pues esta palabra proviene también del latín, professio, que es la acción o efecto de profesar, de ejercer un oficio, una ciencia o un arte.

Ahora vosotros me diréis; pero si la definición contempla "ejercer un oficio". Sí, lo contempla, pero en este caso se requiere poseer un conocimiento especializado que suele adquirirse con una formación reglada universitaria.
Ese conocimiento no se adquiere sólo con la práctica repetida de unos movimientos, se adquiere estudiando, investigando,  y creciendo como profesión basada en evidencia científica.

Pues bien, quiero expresar desde mi pequeño rincón de la red, mi indignación con la nueva Reforma del Sistema de Salud que se quiere aprobar en México. Creo que con esa medida están demostrando lo poco que conocen la profesión enfermera y el poco respeto que tienen de su trabajo.

Una enfermera no sólo pone vías, administra inyectables, reparte medicación y realiza curas. Hace todo eso pero pone vías con una evidencia científica detrás, que le indica como se debe hacer, en que condiciones, cuando no es recomendable, que material utilizar, que medidas de asepsia, etc.... 

Señor Peña Nieto, no es solo pinchar, es evaluar a un paciente en su totalidad, es realizar diagnósticos enfermeros, es colaborar con otros profesionales, es tratar los problemas que detectamos con intervenciones y objetivos,  es asumir que el paciente no está sólo, que tiene un entorno social que también hay que cuidar, es adaptar los cuidados a cada situación y edad del paciente, es realizar educación sanitaria, es promocionar la salud, prevenir enfermedades, (muchas de ellas crónicas...), es gestionar personal y recursos, es investigar y podría seguir escribiendo muchísimas líneas más.

Mi opinión sólo es la de una estudiante que en unos meses acabará la carrera y no ve justo que sus compañeras de profesión de otro país, pierdan el reconocimiento que tanto a costado conseguir a esta gran profesión. Como he dicho en otras ocasiones, enfermería no es más que otras profesiones, pero tampoco menos. 


Futuras compañeras, mucho ánimo. #SOSporMéxico


domingo, 7 de diciembre de 2014

La enfermera líquida

Uno no debe adaptarse al cambio, sino crearlo.
(Jorge González Moore) 



Los líquidos son adaptables, sin forma fija y que fluyen e incluso cambian de estado según las condiciones que les rodean. ¿Y que tiene que ver la enfermería con este concepto? Mucho, y desde sus inicios. 

Nos encontramos en una época de cambio de paradigma social, donde la transformación de las relaciones pasa por el avance y la adaptación a las nuevas tecnologías. Se abre un nuevo canal de acercamiento entre las personas y los profesionales de la salud no podemos obviar esta realidad. Como los líquidos, debemos adaptarnos al cambio "creando". 

Casi por azar, muchas enfermeras, doctores, psicólogos, fisioterapeutas, etc... se han aventurado a utilizar estas nuevas herramientas. Siempre defenderé que las redes sociales, o el contacto virtual, no puede sustituir las relaciones directas ni el trato personal y humano, pero éstas se nos presentan como una herramienta más. 

¿Pero es competencia de los profesionales sanitarios enseñar como funcionan las redes sociales a los pacientes que estén interesados y no sepan?. Creo que no es competencia de nadie y de todos. Podemos facilitar herramientas pera las personas que quieran aprender y no quedarse descolgados en la brecha digital. 

El canal de comunicación que se abre con Internet es diferente a otros medios por los que nos comunicamos. En este tipo de relación on-line no existe el tiempo, ni el lugar, ni el espacio. La posibilidad de dejar una huella digital de todo el trabajo que se realiza en red es un recurso potente a explorar. 

Lo que sí que puedo afirmar es una de las competencias que tiene enfermería; la educación para la salud. Promocionar estilos de vida saludables, prevenir enfermedades o una vez que estas aparecen, trabajar para que no empeoren y el paciente pueda tener una buena calidad de vida. Asume al paciente como un ser holístico, y ya no solo nos forman en las universidades para atender la esfera física de las personas, sino también los aspectos emocionales y sociales de estos

¡Todo eso hace una enfermera! 

Mediante esta infografía, he querido mostrar las herramientas que se pueden trabajar como profesionales y enseñar a utilizarlas va a ser uno de los objetivos que me he planteado. Mediante sencillos tutoriales pretendo que se puedan utilizar para facilitar a los pacientes que quieran, a utilizar las redes. 




¿Que os parece recomendar a vuestros pacientes o usuarios que quieran aprender como funcionan las redes sociales vídeos explicativos para empezar a utilizarlos? Esta idea me ha surgido gracias a una vídeo conferencia que vi hace unos días de Rosa María Nieto (@enfermera2pto0) en un curso MOOC que realiza a través de la Escuela Andaluza de Salud Pública.  Esta es la magia de Internet, comunica a personas con intereses comunes aunque estén a miles de kilómetros de distancia. 

El beneficio no es solo para los profesionales, sino que permite unir a pacientes de una misma patología para que puedan compartir experiencias y ayudarse entre todos.